Sufrir por la verdad
8/8/2014
Sufrir por la verdad
1Pedro 3:14-22 Santificamos a Dios ante los demás cuando nuestra conducta les invita y estimula a glorificarle y honrarle. Seamos capaces de defender nuestra posicion como cristianos con mansedumbre en el temor de Dios. La conciencia es buena cuando hace bien su oficio. El ejemplo de Cristo es un argumento en pro de la paciencia cuando se sufre. En el caso del sufrimiento de nuestro Señor, Él no conoció pecado, pero sufrió en lugar de los que no conocían justicia. La intención y la finalidad bendita de nuestro Señor fue reconciliarnos a Dios y llevarnos a la gloria eterna. Fue llevado a la muerte en su naturaleza humana, pero fue resucitado por el poder del Espíritu Santo. Si Cristo no pudo ser librado de los sufrimientos, En cuanto al mundo antiguo, Cristo envió su Espíritu advirtiendo a Noé. Pero aunque la paciencia de Dios espera por mucho tiempo, cesará al final. Los espíritus de los pecadores desobedientes, tan pronto como están fuera de sus cuerpos, son entregados a la prisión del infierno, donde están ahora los que despreciaron la advertencia de Noé, y desde la cual no hay redención. La salvación de Noé en el arca, flotando sobre el agua, que le llevó sobre el diluvio, logró la salvación de todos los creyentes verdaderos. Esa salvación temporal por el arca fue un tipo de la salvación eterna de los creyentes por el bautismo del Espíritu Santo. Para evitar errores, el apóstol declara qué quiere decir por bautismo que salva; no la ceremonia externa del lavado con agua que, en sí misma, no hace más que quitar la inmundicia de la carne, sino el bautismo del cual el agua bautismal es un signo. No es la ordenanza externa, pero el hombre, por la regeneración del Espíritu, es capacitado para arrepentirse y profesar la fe, y proponerse la vida nueva, rectamente, y como en presencia de Dios. Cuidémonos de no apoyarnos en las formas externas. Aprendamos a mirar espiritualmente las ordenanzas de Dios y a inquirir por el efecto espiritual y la obra de ellos en nuestras conciencias. Nosotros desearíamos que toda la religión se redujera a cosas externas, pero muchos de los que fueron bautizados y participaron constantemente a las ordenanzas, han seguido sin Cristo, murieron en sus pecados y ahora están más allá del rescate. Entonces no descanséis hasta estar limpiados por el Espíritu de Cristo y la sangre de Cristo. Su resurrección de entre los muertos es lo que nos asegura la purificación y de la paz. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |