Tú, pues, encenderás mi lámpara
7/8/2015
Salmos 18:20-28
Quienes abandonan los caminos del Señor se apartan de su Dios. Pero aunque estamos conscientes de muchos pasos falsos, no nos apartemos de nuestro Dios. David tuvo su ojo puesto en la regla de los mandamientos de Dios. El cuidado constante de guardarse del pecado, cualquiera sea, que nos tienta con mayor facilidad, demuestra que somos rectos ante Dios. Los que muestran misericordia al prójimo, también necesitan misericordia. Quienes son fieles a Dios, hallarán que Él es para ellos todo lo que ha prometido ser. Las palabras del Señor son palabras puras, muy seguras para confiar en ellas, y muy dulces para deleitarse en ellas. Quienes resisten a Dios y caminan al contrario que Él, verán que Él caminará en sentido contrario que ellos, Levítico xxvi, 21-24. La recompensa bondadosa de la cual habla David puede ser esperada, en general, por quienes actúan con buenos motivos. De ahí que él hable consuelo para el humilde y terror para el orgulloso; “Humillas los ojos altivos”. Y él se da valor: “Tú enciendes mi lámpara, oh Señor”: Tú revivirás y consolarás mi espiritu apenado; Tú guiarás mi camino para que yo pueda evitar las trampas puestas para mí. Tú encenderás mi lámpara para obrar, y me darás la oportunidad de servirte. Cobren valor quienes andan en tinieblas y trabajan sometidos al desaliento; el mismo Dios será una Luz para ellos. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |