Verbo y Luz
3/24/2014
Verbo y Luz
Juan 1:6-14 Nosotros, como Juan el Bautista, no somos la fuente de la luz de Dios; simplemente reflejamos esa luz. Jesucristo, que es la luz verdadera, nos ayuda a ver nuestro camino a Dios y nos muestra cómo transitar a lo largo de ese camino. Pero Cristo quiere reflejar su luz a través de sus seguidores a un mundo incrédulo, quizás porque los incrédulos no son capaces de soportar la poderosa gloria resplandeciente de su luz pura. La palabra testimonio se refiere a nuestro papel de reflejar la luz de Cristo. Nunca debemos presentarnos ante otros como la luz, sino indicarles que miren a Cristo, la Luz. A pesar de que Cristo creó el mundo, la gente que creó no lo reconoció (1.10). Aun la que Dios escogió para preparar al resto del mundo para la venida del Mesías lo rechazó (1.11), pese a que todo el Antiguo Testamento hablaba de su venida. Todos los que aceptan a Cristo como Señor de sus vidas renacen espiritualmente y reciben nueva vida de Dios. A través de la fe en Cristo, este nuevo nacimiento nos cambia desde adentro, reacondicionando nuestras actitudes, deseos y motivos. El nacimiento hace que uno esté vivo físicamente y permite ser parte de la familia. Al nacer de Dios, formamos parte de su familia (1.12). ¿Ha pedido que Cristo le haga una nueva persona? Este nuevo comienzo está a disposición de todo aquel que cree en Cristo. El "Verbo fue hecho carne", significa: se convirtió en humano. Cristo vino a ser (1) el Maestro perfecto : en la vida de Jesús vemos cómo Dios piensa y por lo tanto cómo debiéramos pensar (Phi_2:5-11); (2) el ejemplo perfecto: El es el modelo de lo que debemos ser, nos muestra cómo vivir y nos da poder para vivir de esa manera (1Pe_2:21) (3) el sacrificio perfecto: Jesús vino como un sacrificio por todos los pecados y su muerte satisface las demandas de Dios para la cancelación del pecado (Col_1:15-23). El "unigénito del Padre" significa que Jesús es el único y singular Hijo de Dios. El énfasis está puesto en lo singular. Jesús es único y disfruta de una relación con Dios que es diferente de la de los creyentes llamados "hijos" que afirman ser "engendrados de Dios". Cuando Jesús nació, Dios se hizo hombre. No era mitad hombre ni mitad Dios, era todo Dios y todo hombre (Col_2:9). Antes de que Cristo viniera, la gente podía conocer a Dios en parte. Luego de su venida, lo conoció en su totalidad porque vino visible y tangible en Jesús. Cristo es la expresión perfecta de Dios en forma humana. Los dos errores más comunes son minimizar su humanidad o minimizar su divinidad. Jesús es tanto Dios como hombre Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |