VIVE LA PALABRA
5/17/2023
Deuteronomio 6:6-16 Habla y enseña la palabra de Dios 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. Exhortaciones a la obediencia 10 Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, 11 y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies, 12 cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. 13 A Jehová tu Dios temerás, y a él sólo servirás, y por su nombre jurarás. 14 No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos; 15 porque el Dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está; para que no se inflame el furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la tierra. 16 No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah. He aquí los medios para mantener y guardar la palabra de Dios en nuestro corazón y en nuestro hogar.
2. La educación religiosa de los niños. Repetidle con frecuencia estas cosas. Sed cuidadosos y exactos en la enseñanza de vuestros hijos. Enseñad estas verdades a todos los que estén bajo vuestro cuidado en alguna forma. 3. Habla piadosa. Hablad de estas cosas con la debida reverencia y seriedad para beneficio no sólo de vuestros hijos sino de vuestros siervos, amigos y compañeros. Usad toda ocasión para discurrir con quienes os rodean, no asuntos dudosos y discutibles, sino las claras verdades y leyes de Dios, y las cosas que corresponden a nuestra paz. 4. Lectura frecuente de la Palabra. Dios mandó a su pueblo que escribiera las palabras de la ley en sus paredes, y en rollos de pergamino que debían llevar colgando de sus muñecas. Esto era obligatorio al pie de la letra para los judíos, como es el plan para nosotros, a saber, que por todos los medios debemos familiarizarnos con la palabra de Dios para usarla en todas las ocasiones, para prevenir el pecado y para guiarnos en el deber. Nunca debemos avergonzarnos de nuestra religión ni de reconocernos bajo su control y gobierno. Aquí hay una advertencia: no olvidar a Dios en el día de la prosperidad y la abundancia. Cuando se les facilitaba todo por dádiva, eran dados a sentirse seguros en sí mismos y a olvidar a Dios. Por tanto, cuidaós de no olvidar del Señor cuando estéis sanos y salvos. Cuando el mundo sonríe, somos proclives a cortejarlo y a esperar ser felices en él, y olvidamos a Aquél que es nuestra única porción y reposo. Se necesita mucho cuidado y cautela en un momento así. Entonces, cuidáos: estad alertas habiendo sido advertidos del peligro. No tentarás al Señor tu Dios, desesperando de su poder y bondad, mientras seguimos en la senda de nuestro deber, ni presumiendo de ello cuando salimos de ese camino. Comments are closed.
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AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Categories |