Jesús, la vid verdadera
4/24/2023
Juan 15:1-17
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. 9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. 10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. 12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. 13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. 16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. 17 Esto os mando: Que os améis unos a otros. Jesucristo es la Vid, la Vid verdadera. La unión de la naturaleza divina con la humana, y la plenitud del Espíritu que hay en Él, recuerdan la raíz de la vida que fructifica por la humedad de la buena tierra. Los creyentes son los pámpanos de esta Vid. La raíz no se ve y nuestra vida está escondida con Cristo; la raíz sustenta al árbol, le difunde la savia, y en Cristo están todos los sustentos y provisiones. Los pámpanos de la vid son muchos, pero al unificarse en la raíz no son sino una sola vid; de este modo, todos los cristianos verdaderos, aunque disten entre sí en cuanto a lugar y opinión, se unen en Cristo. Los creyentes, como los pámpanos de la vid, son débiles e incapaces de permanecer, sino como nacieron. El Padre es el Dueño de la vid. Nunca hubo un dueño tan sabio, tan cuidadoso con su viña como Dios por su Iglesia que, por eso, debe prosperar. Debemos ser fructíferos. Esperamos uvas de una vid, y del cristiano esperamos un temperamento, una disposición y una vida cristiana. Debemos honrar a Dios y hacer el bien, esto es, llevar fruto. Los estériles son cortados. Hasta las ramas fructíferas necesitan poda, porque, en el mejor de los casos, tenemos ideas, pasiones y humores que requieren ser quitados, cosa que Cristo ha prometido hacer por su palabra, Espíritu y providencia. Si se usan medios drásticos para avanzar la santificación de los creyentes, ellos estarán agradecidos por ellos. La palabra de Cristo se da a todos los creyentes; y hay en esa palabra una virtud que limpia al obrar la gracia y deshacer la corrupción. Mientras más fruto demos, más abundaremos en lo que es bueno, y más glorificado será nuestro Señor. Para fructificar debemos permanecer en Cristo, debemos estar unidos a Él por la fe. El gran interés de todos los discípulos de Cristo es mantener constante la dependencia de Cristo y la comunión con Él. Los cristianos verdaderos hallan, por experiencia, que toda interrupción del ejercicio de su fe hace que mengüen los afectos santos, revivan sus corrupciones y languidezcan sus consolaciones. Los que no permanecen en Cristo, aunque florezcan por un tiempo en la profesión externa, llegan, no obstante, a nada. El fuego es el lugar más adecuado para las ramas marchitas; no son buenas para otra cosa. Procuremos vivir más simplemente de la plenitud de Cristo, y crecer más fructíferos en todo buen decir y hacer, para que sea pleno nuestro gozo en Él y en su salvación. Aquellos a quienes Dios ama como Padre pueden despreciar el odio de todo el mundo. Como el Padre amó a Cristo que fue digno hasta lo sumo, así amó a sus discípulos, que eran indignos. Todos los que aman al Salvador deben perseverar en su amor por Él, y aprovechar todas las ocasiones para demostrarlo. El gozo del hipócrita dura sólo un momento, pero el gozo de los que permanecen en Cristo es una fiesta continua. Tienen que demostrar su amor por Él obedeciendo sus mandamientos. Si el mismo poder que primero derramó el amor de Cristo en nuestros corazones, no nos mantuviera en ese amor, no permaneceríamos en ese amor por mucho tiempo. El amor de Cristo por nosotros debe llevarnos a amarnos mutuamente. Él habla como si estuviera por encargar muchas cosas, pero nombra sólo a esta: abarca muchos deberes. La resurrección de los muertos
4/14/2023
1 Corintios 15:1-28
La resurrección de los muertos 15 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. 3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5 y que apareció a Cefas, y después a los doce. 6 Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. 7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; 8 y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. 9 Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. 10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 11 Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído. 12 Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13 Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. 14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 15 Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. 19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. 20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. 24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. 25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. 26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. 27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. 28 Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos. La palabra resurrección señala, habitualmente, nuestra existencia más allá de la tumba. No se halla un rasgo de la doctrina del apóstol en todas las enseñanzas de los filósofos. La doctrina de la muerte y resurrección de Cristo es el fundamento del cristianismo. Si se quita, se hunden de inmediato todas nuestras esperanzas de eternidad. Por sostener con firmeza esta verdad los cristianos soportan el día de la tribulación, y se mantienen fieles a Dios. Creemos en vano, a menos que nos mantengamos en la fe del evangelio. Esta verdad es confirmada por las profecías del Antiguo Testamento; muchos vieron a Cristo después que resucitó. Este apóstol fue altamente favorecido, pero siempre tuvo una baja opinión de sí, y la expresaba. Cuando los pecadores son hechos santos por la gracia divina, Dios hace que el recuerdo de los pecados anteriores los haga humildes, diligentes y fieles. Atribuye a la gracia divina todo lo que era valioso en él. Aunque no ignoran lo que el Señor ha hecho por ellos, en ellos y por medio de ellos, cuando miran toda su conducta y sus obligaciones, los creyentes verdaderos son guiados a sentir que nadie es tan indigno como ellos. Todos los cristianos verdaderos creen que Jesucristo, y éste crucificado, y resucitado de entre los muertos, es la suma y la sustancia del cristianismo. Todos los apóstoles concuerdan en este testimonio; por esta fe vivieron y en esta fe murieron. Vv. 12-19.Habiendo mostrado que Cristo fue resucitado, el apóstol contesta a los que dicen que no habrá resurrección. No habría justificación ni salvación si Cristo no hubiera resucitado. Si Cristo estuviera aún entre los muertos, ¿no debería la fe en Cristo ser vana e inútil? La prueba de la resurrección del cuerpo es la resurrección de nuestro Señor. Aun los que murieron en la fe hubieran perecido en sus pecados si Cristo no hubiera resucitado. Todos los que creen en Cristo tienen esperanza en Él, como Redentor; esperanza de redención y salvación por Él, pero si no hubiera resurrección, o recompensa futura, la esperanza de ellos en Él sería sólo para esta vida. Tendrían que estar en peor condición que el resto de la humanidad, especialmente en la época y las circunstancias en que escribió el apóstol, porque en aquel entonces, los cristianos eran odiados y perseguidos por todos los hombres. Pero no es así; ellos, de todos los hombres, disfrutan bendiciones firmes en medio de todas sus dificultades y pruebas, aun en los tiempos de la persecución más fuerte. Plenitud de vida en Cristo
4/12/2023
Colosenses 2:8-23
Plenitud de vida en Cristo 8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. 9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. 11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. 16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,[a], 17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. 18 Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, 19 y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios. 20 Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos 21 tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques 22 (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? 23 Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne. linaje escogido
4/11/2023
1 Pedro 2:1-10
Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, 2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, 3 si es que habéis gustado la benignidad del Señor. La piedra viva 4 Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, 5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. 6 Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado. 7 Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; 8 y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados. El pueblo de Dios 9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. FE ES CREER
3/29/2023
Hechos 6:1-7
Elección de siete diáconos. En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria. 2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. 3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. 4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. 5 Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; 6 a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos. 7 Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe. Hasta ahora los discípulos habían sido unánimes; a menudo esto se había notado para honra de ellos, pero ahora que se estaban multiplicando, empezaron los reclamos. La palabra de Dios era suficiente para cautivar todos los pensamientos, los intereses y el tiempo de los apóstoles. Las personas elegidas para servir las mesas deben estar debidamente calificadas. Deben estar llenas con dones y gracias del Espíritu Santo, necesarios para administrar rectamente este cometido; hombres veraces que odien la codicia. Todos los que están al servicio de la Iglesia, deben ser encomendados a la gracia divina por las oraciones de la iglesia. Ellos los bendijeron en el nombre del Señor. La palabra y la gracia de Dios se magnifican grandemente cuando trabajan en las personas que parecen menos probables para eso. Ministerio de Pablo a los gentiles
3/2/2023
Efesios 3:1-7
Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; 2 si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; 3 que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, 4 leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, 5 misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: 6 que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio, 7 del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder. Por haber predicado la doctrina de la verdad, el apóstol estaba preso, pero era preso de Jesucristo; era objeto de protección y cuidado especial mientras sufría por Él. Todas las ofertas de gracia del evangelio y la nueva de gran gozo que contiene, vienen de la rica gracia de Dios; es el gran medio por el cual el Espíritu obra la gracia en las almas de los hombres. El misterio es ese propósito de salvación secreto, escondido, por medio de Cristo. Esto no fue tan claramente mostrado en épocas anteriores a Cristo, como a los profetas del Nuevo Testamento. Esta era la gran verdad dada a conocer al apóstol, que Dios llamaría a los gentiles a la salvación por fe en Cristo. Una obra eficaz del poder divino acompaña los dones de la gracia divina. Como Dios nombró a Pablo para el oficio, así lo equipó para él. NO DESMAYES EN LA ADVERSIDAD
2/27/2023
Ministerio de Pablo a los gentiles.
Efesios3:1-13 Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; 2 si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; 3 que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, 4 leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, 5 misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: 6 que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio, 7 del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder. 8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, 9 y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; 10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, 12 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él; 13 por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria. Por haber predicado la doctrina de la verdad, el apóstol estaba preso, pero era preso de Jesucristo; era objeto de protección y cuidado especial mientras sufría por Él. Todas las ofertas de gracia del evangelio y la nueva de gran gozo que contiene, vienen de la rica gracia de Dios; es el gran medio por el cual el Espíritu obra la gracia en las almas de los hombres. El misterio es ese propósito de salvación secreto, escondido, por medio de Cristo. Esto no fue tan claramente mostrado en épocas anteriores a Cristo, como a los profetas del Nuevo Testamento. Esta era la gran verdad dada a conocer al apóstol, que Dios llamaría a los gentiles a la salvación por fe en Cristo. Una obra eficaz del poder divino acompaña los dones de la gracia divina. Como Dios nombró a Pablo para el oficio, así lo equipó para él. Aquellos a quienes Dios promueve a cargos honrosos, los hace sentirse bajos ante sus propios ojos; donde Dios da gracia para ser humilde, ahí da toda la gracia necesaria. ¡Cuán alto habla de Jesucristo, de las inescrutables riquezas de Cristo! Aunque muchos no son enriquecidos con estas riquezas, de todos modos ¡qué favor tan grande, que se nos predique a nosotros, y que nos sean ofrecidas! Si no somos enriquecidos con ellas es nuestra propia falta. La primera creación, cuando Dios hizo todas las cosas de la nada, y la nueva creación, por la cual los pecadores son hechos nuevas criaturas por la gracia que convierte, son de Dios por Jesucristo. Sus riquezas son tan inescrutables y seguras como siempre, aunque mientras los ángeles adoran la sabiduría de Dios en la redención de su Iglesia, la ignorancia de los hombres carnales sabios ante sus propios ojos, condena a todo como necedad. CRISTO ES LA RECONCILIACION
2/23/2023
2 Corintios 5:11-21
El ministerio de la reconciliación 11 Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias. 12 No nos recomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis con qué responder a los que se glorían en las apariencias y no en el corazón. 13 Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros. 14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; 15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. El hombre renovado actúa sobre la base de principios nuevos, por reglas nuevas, con finalidades nuevas y con compañía nueva. El creyente es creado de nuevo; su corazón no es sólo enderezado; le es dado un corazón nuevo. Es hechura de Dios, creado en Cristo Jesús para buenas obras. Aunque es el mismo como hombre, ha cambiado su carácter y conducta. Estas palabras deben significar más que una reforma superficial. El hombre que antes no veía belleza en el Salvador para desearlo, ahora le ama por sobre todas las cosas. El corazón del que no está regenerado está lleno de enemistad contra Dios, y Dios está justamente ofendido con él. Pero puede haber reconciliación. Nuestro Dios ofendido nos ha reconciliado consigo por Jesucristo. Por la inspiración de Dios fueron escritas las Escrituras, que son la palabra de reconciliación; mostrando que había sido hecha la paz por la cruz, y cómo podemos interesarnos en ella. Aunque no puede perder por la guerra ni ganar por la paz, aun así Dios ruega a los pecadores que echen a un lado su enemistad, y acepten la salvación que Él ofrece. Cristo no conoció pecado. Fue hecho pecado; no pecador, sino pecado, una ofrenda por el pecado, un sacrificio por el pecado. El objetivo y la intención de todo esto era que nosotros pudiésemos ser hechos justicia de Dios en Él, pudiésemos ser justificados gratuitamente por la gracia de Dios por medio de la redención que es en Cristo Jesús. ¿Puede alguien perder, trabajar o sufrir demasiado por el que dio a su Hijo amado para que fuera el sacrificio por los pecados de ellos, para que ellos fuesen hechos la justicia de Dios en Él? Salvos por gracia
1/31/2023
Salvos por gracia
Efesios 2:1-10 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. El pecado es la muerte del alma. Un hombre muerto en delitos y pecados no siente deseos por los placeres espirituales. Cuando miramos un cadáver, da una sensación espantosa. El espíritu que nunca muere se ha ido, y nada ha dejado sino las ruinas de un hombre. Pero si viéramos bien las cosas, deberíamos sentirnos mucho más afectados con el pensamiento de un alma muerta, un espíritu perdido y caído. El estado de pecado es el estado de conformidad con este mundo. Los hombres impíos son esclavos de Satanás que es el autor de esa disposición carnal orgullosa que hay en los hombres impíos; él reina en los corazones de los hombres. De la Escritura queda claro que si los hombres han sido más dados a la iniquidad espiritual o sensual, todos los hombres, siendo naturalmente hijos de desobediencia, son también por naturaleza hijos de ira. Entonces, ¡cuánta razón tienen los pecadores para procurar fervorosamente la gracia que los hará hijos de Dios y herederos de la gloria, habiendo sido hijos de ira! -El amor eterno o la buena voluntad de Dios para con sus criaturas es la fuente de donde fluyen todas sus misericordias para nosotros; ese amor de Dios es amor grande, y su misericordia es misericordia rica. Todo pecador convertido es un pecador salvado; librado del pecado y de la ira. La gracia que salva es la bondad y el favor libre e inmerecido de Dios; Él salva, no por las obras de la ley, sino por la fe en Cristo Jesús. La gracia en el alma es vida nueva en el alma. Un pecador regenerado llega a ser un ser viviente; vive una vida de santidad, siendo nacido de Dios: vive, siendo librado de la culpa del pecado, por la gracia que perdona y justifica. Los pecadores se revuelcan en el polvo; las almas santificadas se sientan en los lugares celestiales, levantadas por sobre este mundo por la gracia de Cristo. La bondad de Dios al convertir y salvar pecadores aquí y ahora, estimula a los demás a esperar, en el futuro, en su gracia y misericordia. Nuestra fe, nuestra conversión, y nuestra salvación eterna no son por las obras, para que ningún hombre se jacte. Estas cosas no suceden por algo que nosotros hagamos, por tanto, toda jactancia queda excluida. Todo es dádiva libre de Dios y efecto de ser vivificado por su poder. Fue su propósito para lo cual nos preparó bendiciéndonos con el conocimiento de su voluntad, y su Espíritu Santo produce tal cambio en nosotros que glorificaremos a Dios por nuestra buena conversación y perseverancia en la santidad. Nadie puede abusar de esta doctrina apoyándose en la Escritura, ni la acusa de ninguna tendencia al mal. Todos los que así hacen, no tienen excusa. Vv. 1-10.El pecado es la muerte del alma. Un hombre muerto en delitos y pecados no siente deseos por los placeres espirituales. Cuando miramos un cadáver, da una sensación espantosa. El espíritu que nunca muere se ha ido, y nada ha dejado sino las ruinas de un hombre. Pero si viéramos bien las cosas, deberíamos sentirnos mucho más afectados con el pensamiento de un alma muerta, un espíritu perdido y caído. El estado de pecado es el estado de conformidad con este mundo. Los hombres impíos son esclavos de Satanás que es el autor de esa disposición carnal orgullosa que hay en los hombres impíos; él reina en los corazones de los hombres. De la Escritura queda claro que si los hombres han sido más dados a la iniquidad espiritual o sensual, todos los hombres, siendo naturalmente hijos de desobediencia, son también por naturaleza hijos de ira. Entonces, ¡cuánta razón tienen los pecadores para procurar fervorosamente la gracia que los hará hijos de Dios y herederos de la gloria, habiendo sido hijos de ira! -El amor eterno o la buena voluntad de Dios para con sus criaturas es la fuente de donde fluyen todas sus misericordias para nosotros; ese amor de Dios es amor grande, y su misericordia es misericordia rica. Todo pecador convertido es un pecador salvado; librado del pecado y de la ira. La gracia que salva es la bondad y el favor libre e inmerecido de Dios; Él salva, no por las obras de la ley, sino por la fe en Cristo Jesús. La gracia en el alma es vida nueva en el alma. Un pecador regenerado llega a ser un ser viviente; vive una vida de santidad, siendo nacido de Dios: vive, siendo librado de la culpa del pecado, por la gracia que perdona y justifica. Los pecadores se revuelcan en el polvo; las almas santificadas se sientan en los lugares celestiales, levantadas por sobre este mundo por la gracia de Cristo. La bondad de Dios al convertir y salvar pecadores aquí y ahora, estimula a los demás a esperar, en el futuro, en su gracia y misericordia. Nuestra fe, nuestra conversión, y nuestra salvación eterna no son por las obras, para que ningún hombre se jacte. Estas cosas no suceden por algo que nosotros hagamos, por tanto, toda jactancia queda excluida. Todo es dádiva libre de Dios y efecto de ser vivificado por su poder. Fue su propósito para lo cual nos preparó bendiciéndonos con el conocimiento de su voluntad, y su Espíritu Santo produce tal cambio en nosotros que glorificaremos a Dios por nuestra buena conversación y perseverancia en la santidad. Nadie puede abusar de esta doctrina apoyándose en la Escritura, ni la acusa de ninguna tendencia al mal. Todos los que así hacen, no tienen excusa.Vv. 1-10.El pecado es la muerte del alma. Un hombre muerto en delitos y pecados no siente deseos por los placeres espirituales. Cuando miramos un cadáver, da una sensación espantosa. El espíritu que nunca muere se ha ido, y nada ha dejado sino las ruinas de un hombre. Pero si viéramos bien las cosas, deberíamos sentirnos mucho más afectados con el pensamiento de un alma muerta, un espíritu perdido y caído. El estado de pecado es el estado de conformidad con este mundo. Los hombres impíos son esclavos de Satanás que es el autor de esa disposición carnal orgullosa que hay en los hombres impíos; él reina en los corazones de los hombres. De la Escritura queda claro que si los hombres han sido más dados a la iniquidad espiritual o sensual, todos los hombres, siendo naturalmente hijos de desobediencia, son también por naturaleza hijos de ira. Entonces, ¡cuánta razón tienen los pecadores para procurar fervorosamente la gracia que los hará hijos de Dios y herederos de la gloria, habiendo sido hijos de ira! -El amor eterno o la buena voluntad de Dios para con sus criaturas es la fuente de donde fluyen todas sus misericordias para nosotros; ese amor de Dios es amor grande, y su misericordia es misericordia rica. Todo pecador convertido es un pecador salvado; librado del pecado y de la ira. La gracia que salva es la bondad y el favor libre e inmerecido de Dios; Él salva, no por las obras de la ley, sino por la fe en Cristo Jesús. La gracia en el alma es vida nueva en el alma. Un pecador regenerado llega a ser un ser viviente; vive una vida de santidad, siendo nacido de Dios: vive, siendo librado de la culpa del pecado, por la gracia que perdona y justifica. Los pecadores se revuelcan en el polvo; las almas santificadas se sientan en los lugares celestiales, levantadas por sobre este mundo por la gracia de Cristo. La bondad de Dios al convertir y salvar pecadores aquí y ahora, estimula a los demás a esperar, en el futuro, en su gracia y misericordia. Nuestra fe, nuestra conversión, y nuestra salvación eterna no son por las obras, para que ningún hombre se jacte. Estas cosas no suceden por algo que nosotros hagamos, por tanto, toda jactancia queda excluida. Todo es dádiva libre de Dios y efecto de ser vivificado por su poder. Fue su propósito para lo cual nos preparó bendiciéndonos con el conocimiento de su voluntad, y su Espíritu Santo produce tal cambio en nosotros que glorificaremos a Dios por nuestra buena conversación y perseverancia en la santidad. Nadie puede abusar de esta doctrina apoyándose en la Escritura, ni la acusa de ninguna tendencia al mal. Todos los que así hacen, no tienen excusa. CRISTO LA NUEVA VIDA
1/28/2023
Colosenses 3:5-17
La vida antigua y la nueva 5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; 6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. 12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Deberes sociales de la nueva vida No sólo no debemos dañar a nadie; debemos hacer todo el bien que podamos a todos. Los que son escogidos de Dios, santos y amados, deben ser humildes y compasivos con todos. Mientras estemos en este mundo, donde hay tanta corrupción en nuestros corazones, a veces surgirán contiendas, pero nuestro deber es perdonarnos unos a otros imitando el perdón por cual somos salvados. Que la paz de Dios reine en vuestros corazones; es su obra en todos los que le pertenecen. La acción de gracias a Dios ayuda a hacernos agradables ante todos los hombres. El evangelio es la palabra de Cristo. Muchos tienen la palabra, pero habita pobremente en ellos; no tiene poder sobre ellos. El alma prospera cuando estamos llenos de las Escrituras y de la gracia de Cristo. Cuando cantamos salmos debemos ser afectados por lo que cantamos. Hagamos todo en el nombre del Señor Jesús, y dependiendo con fe en Él, sea lo que sea en que estemos ocupados. A los que hacen todo en el nombre de Cristo nunca les faltará tema para dar gracias a Dios, al Padre. |
AuthorEscrito Por La Pastora Trini Ildefonso Ministerio LRC Archives
June 2023
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